Todavía no es habitual ver edificios passivhaus con la estructura convencional de hormigón y ladrillo. Esto es debido a que las empresas que han ido introduciendo el estándar eran vendedoras de madera. Por ello casi todas las construcciones de este tipo han sido construidas con sus sistemas.
Hemos tratado la hermeticidad de la manera más eficiente posible, el instituto passivhaus define unos materiales concretos como herméticos.
Uno de esos materiales herméticos es el hormigón. No así los muros de fábrica de termoarcilla que presentan huecos en los dientes de las juntas verticales. Estos dientes, al no ser rellenados por mortero, permiten el paso del aire.
Para resolver la unión entre distintos elementos como el muro de termoarcilla y las losas de hormigón, tanto en su base como en su coronación, utilizamos la pintura blowerproof.
Tuvimos un problema debido a las irregularidades existentes entre la losa y los muros por el que no podíamos pegar las cintas adecuadamente. Este hecho se resolvió correctamente con la pintura.
La hermeticidad entre las carpinterías y la fábrica la resolvimos, de acuerdo con lo proyectado, con cintas herméticas por el interior y por el exterior. Posteriormente las cintas interiores se recubrirían con yeso.